lunes, marzo 12, 2007

La primera convención


Debo confesar que desde hace tiempo que no me quedaba con buen sabor después de una reunión de día domingo..
Creo que lo que vivió nuestra congregación sumado a todo lo que sucede en la IMPCH a muchos nos había dañado tanto en un nivel interno donde el sistema eclesiastico existente y heredado practicamente había muerto en nuestras mentes .
Anoche celebramos en mi iglesia la primera convención, y de que me dirán?... pues bien desde que nos separamos hace un poco más de 3 años y medio, comenzamos a crecer de a poco, Dios se encargó de enviar hermanos a nuestra iglesia, entre ellos algunos pastores que anoche fueron ungidos y que a contar de ayer perteneceran oficialmente a nuestra denominación.
Me alegro sinceramente que pudieramos acoger a estos pastores que no nos entregarán nada material, ninguna ganancia economica, sino que su tesoro es su riqueza espiritual y su fe en que la obra de Dios seguirá creciendo..
No hubo galvanos, ni grandes regalos, ni aplausos para nadie, hubo solemnidad y respeto para Dios.
De parte nuestra se llevaron un papel firmado que los acredita como pastor y que pueden usar solo para efectos legales y un himnario de nuestra congregación..
Fue un servicio espiritual, donde los nuevos pastores eran hermanos que habían sido dañados por el mismo sistema de las antiguas corporaciones y que hoy quieren partir de nuevo. Detras de ellos hay ovejas, algunas heridas, otras recién llegando al redil.
Presenciamos matrimonios, pactos de compromiso con Dios, promesas de buscar su revelación y su dirección.
La palabra fue un llamado al arrepentimiento, como iglesia, efectivamente lo habíamos echo mal, no somos los mejores, es más afirmo que dependemos exclusivamente de su misericordia y que hemos sido sustentados solamente por él..
Al final de la reunión algo ocurrió que nos unió un poco más, quizás las ganas de comenzar de nuevo, que esta vez resulte, donde la visión de esta nueva iglesia no sea la nuestra sino sea la visión de Dios.. donde El y no los hombres sean el centro y donde la palabra de Jesús (aquel olvidado y relegado de muchas congregaciones) sea lo mas importante (pero en serio y en la práctica) de cada reunión.

El reto fue llegar a ser como la iglesia de los Filipenses... el camino es largo...

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