martes, diciembre 20, 2011

De los premios, los aplausos y demases


Cuando era niña, lloraba en las graduaciones del colegio pero cuando fui creciendo me puse más racional y fue dejando la emocionalidad de lado. Con Alexis pensamos que somos jóvenes con cerebro de viejos. El tema es que a veces las cosas llegan cuando no las esperas o cuando no las valoras o no tienen el mismo sentido que antes.

La semana pasada asistí a la graduación del Magister que terminé gracias a Dios. El tema es que recibir diplomas y demases es hoy en día prácticamente un trámite, a tal punto que me paré en medio de la ceremonia y nos fuimos a cenar. Para mi sorpresa un llamado me informó que había obtenido el premio a la mejor alumna y no me había quedado lo suficiente para recibir el regalo correspondiente. El tema es que mi corazón se inquietó.

Reflexionaba lo que los aplausos pueden producir en el corazón del hombre. Nuestro corazón siempre vanidoso espera ser reconocido, alabado.

Mi maestro en cambio optó por no recibir su gloria en esta tierra. Cuando alguien lo llamó bueno en medio de una conversación, él reparo en aquella pequeña palabra y de inmediato dijo : ¿Porque me llamas bueno?, solo Dios es bueno.
No me imagino a Jesús aquí en la tierra recibiendo premios al mejor maestro o al mejor sanador, o al mejor profeta.
Sin embargo, siempre dio toda la gloria a su Padre Dios eterno.

Reflexionaba en que los aplausos y reconocimientos no me han hecho bien, en alguna oportunidad crearon en mí una especie de falso orgullo y mi corazón se entregó y acostumbró fácilmente a recibir este tipo de gloria.

En fin y para decir la completa verdad, en realidad yo no soy buena, ni soy la mejor.
Por tanto los aplausos y mis logros en realidad son tuyos, mi Dios y optaré de aquí en adelante por no quedarme a recibirlos.



viernes, julio 15, 2011

Que necesitamos un padre .. y dale!

Que si vas una congregación, que porque estás yendo ahí.
Que si te esfuerzas por estar en todos los servicios, es porque te crees santo.
Que si no vas mucho, es porque no eres comprometido con el evangelio.
Que si no te congregas, es porque estas descarriado (como tren descarrilado y no importa si sigues creyendo en Cristo, orando y leyendo la biblia, te sancionan).
Que si les dices sus verdades, aciertos y errores, es porque estas herido (o estás amargado).
Que si haces estudios bíblicos en casa, es porque eres un desordenado (ojo que sólo es sentarse a leer la biblía y compartir, ¡Que tiene de malo!).

Y lo que faltaba, la pregunta del año ¿bajo qué cobertura están?
Entonces les explicas que sólo somos un grupo que se junta a leer la biblia y a compartir, ¿hace falta tener algo más?
Entonces salen con la siguiente “declaración” (como ellos dicen) “Les hace falta un padre”.
Que!!! Digo yo… un padre? y me pregunto ¿Dios no es suficiente como Padre?

No!!! te dicen hay que buscar un padre espiritual que te de cobertura y te aseguran que de esa forma estarás en lo correcto y te hablan de alcanzar niveles de adoración que ellos han alcanzado.

Como explicarles sino te quieren oir.

No pueden entender que los procesos que vivimos son diferentes, que aunque temporalmente (o en el futuro) no nos congreguemos, seguimos y seguiremos siendo parte de del cuerpo de Cristo, porque lo somos, y que seguimos morando en su casa (porque no hemos salido de ella) y por ende seguimos teniendo un Padre.

Nuestro Dios siempre es y será más que suficiente.

sábado, enero 22, 2011

Empezando el año, terminando el Magister.

Enero de 2011 y con muy poco tiempo para hacer nada.
Por esto del terremoto y los arreglos del departamento nos tuvimos que trasladar de casa por unos meses, sumado a eso estoy finalizando el magister por las noches y ha sido realmente agotador.
En clases mi cabeza se vuela y mi atención también.

Por estos días y en paralelo sigo leyendo el libro de P.Yancey “ La oración”, junto con este libro tengo otro que se llama “porque no apartarse de una iglesia”, ya lo leí, pero cada vez que paso y veo este libro sigo añorando y pensando que cuando termine el magister encontraré una congregación en donde pueda recuperar la ilusión de la iglesia en comunidad.

De todas formas no puedo negar que los estudios bíblicos en casa han aportado bastante a recomponerme, eso sí con sus altos y bajos en el grupo de participantes.

jueves, enero 06, 2011

Desilusionada, desencantada, etc.

“…Sucede que una persona desilusionada nunca más se vuelve a ilusionar. Y, en ese proceso, me vi obligado a separar las desilusiones de los desencantos. Pues, al contrario de los desilusionados, los desencantados pueden volver a encantarse nuevamente”. Ricardo Gondim.


Sí eso el que siento. Desilusión de la religión, desencanto de las congregaciones.
He sentido un montón se desilusión de desencanto, con personas y con instituciones.

Si esto es parte de la madurez, no pensé que doliera así.
Es triste, esto de sentirte a ratos sin hermanos en la fe, o si están, suelen ser tan lejanos. Viven pegados en temas que yo ya no quiero hablar (será bueno bailar?, se enojará Dios conmigo si…?, esto será la voluntad de Dios?). Es como si el tiempo se hubiera estancado y ellos siguen allí en lo mismo sin avanzar.

Estoy desilusionada de la religión. Miro y veo que a mis hermanos los tratan como niños, no los dejan pensar, ni leer, ni tampoco crecer. Los someten (por amor a la obra) a servicios que no son precisamente de la obra. Los llenan de promesas de prosperidad, de falsas expectativas y no les muestran el evangelio de la cruz. Luego los veo tristes, sin entender el porqué de las cosas que le suceden.

Me duele ver que utilicen a los hermanos para beneficio personal y me pregunto:¿cuándo ellos se darán cuenta? ¿cuándo saldrán de esas cuatro paredes?.
O bien si se dan cuenta, disfrutan con ese tipo de evangelio.

En fin, quizás no hay que desgastarse el alma cuando no hay remedio.