viernes, abril 13, 2007

El verdadero ayuno

El ayuno que Dios nos pide está muy lejos de los sacrificios y el aislamiento.
Me recuerdo que en mi niñez, cuando mi familia era cátolica, mi madre me llevaba a visitar un convento, con la idea de ir a ver una monja que vivia enclaustrada. El paseo terminaba en que accediamos a un lugar donde a través de un orificio yo veia una mano que se asomaba para darme dulces. Nunca entendi el silencio de aquel lugar, ni el porque del encierro.
Tantos se esfuerzan por encontrar a Dios, algunos se encierran para encontrarlo, otros eligen el camino de los sacrificios, otros quieren encontrar a Dios en la soledad de un montaña, en la puesta de sol, en el mar, en el campo, en los libros, en los templos, en fin.
Nos cuesta ver a Dios en lo feo, en los que sufren , en los quebrantados, en los tristes, en los marginados, en los enfermos. Nos cuesta ver a Dios en el prójimo, porque el camino para llegar a amar al projimo como a uno mismo es largo y a veces no lo queremos cruzar.
Decimos amar a Dios y no nos compadecemos del que sufre,
Decimos amar a Dios y damos vuelta la cara al ver a algun mendigo,
Decimos amar a Dios y vivimos en forma egoista...

Cristo mando a ayunar a sus discipulos, no porque exista un tipo de espiritu o demonio que sea tan poderoso que solo el ayuno lo pueda echar, sino que el ayuno era por ellos mismos, para que en ellos muriera toda incredulidad.
Pero el verdadero ayuno como esta escrito en Isaias, se traduce en el compartir el pan con el hambriento, en compartir lo que tenemos, el mensaje del evangelio, presentarles a Cristo.
La gente que no ha conocido a Dios vive sin rumbo, vaga buscando satisfacerce a si mismo.
La gente sin Dios llora, son almas presas del mundo, de si mismos.
La gente sin Dios llevan pesados yugos, son oprimidos, son esclavos sin saberlo.
Juegan a ser felices, pero en realidad no lo son.
Buscan una paz, que nunca podrán alcanzar si no llegan a las plantas de Cristo.
Miro a mi alrededor y veo mucha gente sin Dios
Señor!! enseñanos a practicar el verdadero ayuno
Isaias : 58:5 -7 ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? .

1 comentarios:

ovejita dijo...

ESTABA BUSCANDO ALGO HACERCA DEL AYUNO, Y ME ENCONTRE CON TU COMENTARIO Y ES MUY PARALELO AL QUE EL PASTOR DE LA CONGREGACION DONDE ASISTO NOS HA VENIDO EXPLICANDO. Y DOY GRASIAS AL SEÑOR POR QUE VEO QUE LA VERDADERA LUZ DE LA PALABRA SE SIGUE MANIFESTANDO EN SU REMANENTE.ESTO LO DIGO POR QUE YA SABRAS EXISTEN TANTAS FALSAS DOCTRINAS...QUE EL SEÑOR TE SIGA BENDICIENDO.