domingo, junio 08, 2008

El evangelio en el que ya no creo

Durante muchos años vivi un evangelio centrado en mi, ....añoraba los cielos y la tierra nueva , me imaginaba caminando por calles de oro, viendo el mar de cristal. En mi "fe" creia porque asi me lo habian dicho que existirian camas que de solo verme se abririan solas para que yo descansara. Pensaba que en aquel lugar ya no iba tener más obligaciones como estudiar y trabajar y que eternamente angeles estarian a mi disposición para servirme y concederme todo lo que yo quisiera. Ya no lloraría por decepciones, ya no tendría necesidades y podría descansar eternamente sin ninguna preocupación.
Bajo esa perspectiva claro que añoraba irme al cielo, porque claro, estaba segura que por solo ser "evangelica" y de cierta denominación me iría inmediatamente siempre que porsupuesto no dejara de congregarme. Y claro tenia que estar presentes todos los domingos porque problamente Cristo vendria en un dia domingo en la tarde y todos los que estaban en el templo serían salvos y los que se quedaron en sus casas estarían condenados.
Sinceramente en mi inmadurez muy pocas veces pense en que ver a Cristo cara a cara y estar delante de Dios debieran ser mi sola meta.
Hoy ya no soy tan candida como para seguir pensando esa manera como dijo Pablo "cuando era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño". Quizás aún no alcanzo una completa madurez pero entendí que vivi todo un evangelio centrado en mi y que ya no importaba yo porque el evangelio se trataba de Dios y no de mi.
Luego me di cuenta que hasta algunos de los himnos que cantamos también estan centrados en nosotros, en nuestras vidas, glorias y derrotas, luchas y sufrimientos y que muy pocos estan basados en él, en su poder, autoridad y majestad. Entonces es como si nos autoconsolaramos de que vendrán mejores momentos para "nosotros".
El evangelio no puede ser reducido a un sentimiento egoista de tener alguien que solucione "todos" "tus" problemas y te conceda todos tus caprichos.
En ese evangelio ya no creo, porque entendi que el proposito eterno de Dios fue poner todas las cosas bajo Cristo y que por él y para él son todas las cosas.
Creo que Jesus, Dios mismo hecho hombre y su sacrificio para cargar por nuestros pecados y darnos salvación no se puede simplicar a un Dios que busca gente para poder concederle todos los que ellos le pidan y nada más.
Ahora pienso en un arrebatamiento, me imagino y no cabe en mi corazón el sentimiento de saber que él algún día vendra por su iglesia limpia, sin mancha y que podremos vivir con él.
Ya no importa si hay calles de oro o no, ya no importan los galardones reservados para algunos, solo importa algún día poder estar frente a él. Verle cara a cara. Que en su gracia nos amó a pesar de nuestras debilidades con amor eterno.
El resto de mi vida en la tierra será para añorar ese encuentro.

0 comentarios: