miércoles, noviembre 21, 2007

El cuidado de la grey


1ra. de Pedro

5:1 Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos,
y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la
gloria que será revelada:
5:2 Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por
fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;
5:3 no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo
ejemplos de la grey.
5:4 Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona
incorruptible de gloria.




La estructura jerárquica en la iglesia primitiva situaba por decirlo de alguna manera a los ancianos en un lugar circular alrededor de los hermanos, como un cerco en un redil.
Los ancianos eran cristianos maduros (no en edad necesariamente ), eran hermanos que estaban dispuestos por amor al Señor a servir a los hermanos más pequeños, a invertir su tiempo y dedicación en el cuidado y formación de otros.

Pedro exhortaba a estos ancianos para que al cumplir esta labor no se dejaran llevar por las corrientes del mundo, por las ambiciones de poder y por la naturaleza propia del hombre de querer ejercer un dominio sobre otros.

Hoy en día, muchos cristianos son honrados en sus iglesias a servir, le son asignadas responsabilidades donde se pueden ver expuestos a la misma tentación de poder que de estos ancianos. Sin embargo el llamado es a servir honestamente, no buscando el interés propio, el verdadero amor fraternal, no busca lo suyo sino lo de otro.

Amemos sin fingimiento no tan solo de palabra sino que con nuestro actuar.

A él sea la gloria

miércoles, noviembre 07, 2007

¿Quién controla nuestra vida?



San Juan 5:19
" De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente."

Jesús aún siendo Dios en la tierra nos dio un claro ejemplo de obediencia, mansedumbre y sumisión a la voluntad del Padre. Él dijo:
San Juan 5:30 "No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre."

A Pedro le dijo "otro te ceñirá"
San Juan 21:18 “De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Nótese que le dijo irás “donde no quieras”

y a nosotros sus Discípulos nos dijo que el Espíritu Santo nos iba a guiar a la verdad (Cristo)

San Juan 16:13
"Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber"

Y nos llama amigos si hacemos su voluntad.
San Juan 15:14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando

Hacer la completa voluntad del padre es dejarse guiar por el Espíritu Santo que mora en nosotros. Muchas veces implica hacer lo que no queremos hacer como por ejemplo orar por nuestros enemigos.

La voluntad de Dios permite que su propósito se cumpla en nuestras vidas.
Él para cada uno de sus hijos tiene un plan, un propósito, un camino que él ha escogido.
Que Dios tome el control significa no tomar decisiones sin consultar en oración previamente a nuestro Padre.
Aprender a escuchar la voz de Dios en nuestras vidas.
Entender que todos nuestros caminos no son los correctos.
Llevar el yugo de Cristo en nuestros lomos y dejarse guiar por el maestro
Que él domine nuestro hablar y nuestra mente.
Aun los planes y proyectos personales debemos dejarlos a los pies de Cristo en oración, pidiendo que él los confirme conforme a nuestra voluntad.
No empecinarnos en vivir a nuestra manera creyendo que estamos tomando mejores decisiones que las que Dios tiene para nosotros.
Es renunciar a uno mismo, a lo que yo quiero hacer.
Es vivir esperando ser guiado, dirigido por él.
Es disfrutar del acceso directo al Padre a través de la oración.
Es vivir en comunión con Cristo.
A él sea la gloria